martes, 7 de mayo de 2013

Jardín Riotorto: los orígenes

He abierto ese blog con la narración del comienzo del Jardín Menecha, de su planificación y construcción. Es un jardín de ambiente de costa que ha ofrecido muchas posibilidades de cultivo y donde el cultivo de muchas otras especies obviamente no ha sido posible.
Hay otro jardín del cual me gustaría hablaros, un jardín muy distinto, situado en un bonito valle de la Galicia oriental y al cual, cada vez, me siento mas cercano.
Fue en las Navidades de 2007 cuando Mon (mi cuñado) me comentó por primera vez que quería convertir una tierra abandonada, propiedad de la familia, en un huerto de manzanos autóctonos de sidra. “Además”-añadió- “me gustaría tener un jardín”.
Bien, no había problema de espacio, pero las dificultades eran varias: la tierra era dura y pesada de trabajar, las hierbas se desarrollaban a una velocidad pasmosa (es tierra de pasto) y quizás la mayor limitación: la distancia. Nadie estaba viviendo allí y éramos conscientes de que solo podíamos ir hasta allí pocas veces al año. Moncho, el padre de Mon, con gran detalle y con escaso optimismo, nos enumeró todos los problemas a los cuales nos íbamos a enfrentar.
No nos desanimamos porque teníamos ganas de hacer, ganas de plantar y de generar vida y belleza en una tierra desolada, donde las silvas (zarzas) estaban haciéndose con todo. Y entonces Mon y yo nos dijimos con entusiasmo que, aunque sobreviviera solo una parte de lo que plantáramos, sería todo un éxito.

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