miércoles, 8 de mayo de 2013

Años 2008-2009: las primeras plantas

¿Vosotros veis algo en esta foto? Tengo que reconocerlo, cuesta divisar plantas, pero os puedo asegurar que ya habíamos plantado las primeras. Es esta una imagen de la futura zona de inspiración japonesa con un Acer palmatum, un Abies coreana, un Juniperus, y alguna cosa mas. La verdad es que no es como para dar saltos de alegría. Pero, a pesar de lo que piensan muchos, este es el aspecto que tiene un jardín en su fase embrional sobre todo cuando se trabaja en superficies muy amplias. Al principio la distancia entre plantas nos parece enorme y los vacíos exagerados. Estos vacíos son aun mas evidentes cuando empleamos plantas de crecimiento lento. Hay que aceptarlo. Un arce que a los 10 años medirá 3-4 metros, cuando lo compramos en el vivero mide 50 cm. El Abies coreana no media ni siquiera esto. Por no hablar de los volúmenes. Las plantas al principio no solo son pequeñas, sino bidimensionales.

De todos modos en esta foto la hierba estaba recién cortada y se ve todo limpito. Lo peor estaba todavía por venir. Mirad esta foto del verano del año siguiente.
Hay un Cotoneaster, un Cercis y un Viburnum rescatados de las garras de las malas hierbas.
Y en esta otra alguna planta un poco mejor protegida por la tira de malla antihierba.


Bueno, habían pasado dos años, y no hay más que enseñar. Quizás os resulte decepcionante, pero quiero insistir sobre un concepto: los jardines necesitan tiempo, algunos más, otros menos (véase Jardín Menecha).
Hoy en día estamos acostumbrados a resultados rápidos y nos falta paciencia. Pero los resultados rápidos son improbables en jardinería. Por eso la jardinería profesional (obviamente sin generalizar) tiende a producir los que yo llamo jardines-Belém o sea figuritas que no viven ninguna evolución con el tiempo, son siempre iguales y no maduran, jardines que parecen estampas fijas.
 
 


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