La vi ayer de lejos, mientras estaba hablando con un amigo y la verdad es que me emocioné.
Por aquí no es nada común, más bien esporádica y siempre solitaria. Es una especie naturalizada, es decir una planta que se usaba para jardines, y que se encontró tan a gusto que se ha difundido espontáneamente en un ambiente que no es el suyo de origen. Le gustan los ambientes húmedos y sombreados y, de hecho, la de la foto está en un sitio que no debe recibir más de una hora de sol directo al día (solo por la mañana).
Llamada monedas del papa, planta de la peseta o todo tipo de nombre que alude al dinero, a mí personalmente me gusta más su nombre latín Lunaria, que procede de Luna. Todos estos nombres se deben al singular aspecto de su fruto maduro (una silícula). Pero toda la planta me parece atractiva, sus racimos de flores y sus hojas.
Espero que no la molesten, para que pueda madurar sus característicos frutos.
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