Hace tiempo que quería escribir algo sobre este tema. Os parecerá banal porque estamos acostumbrados a leer innumerables mensajes sobre los beneficios del juego al aire libre o a ver imágenes publicitarias idílicas con niños jugando entre plantas y flores. Pero yo mismo no había llegado a comprender hasta que punto el juego en el jardín puede ser importante en la vida de un niño, hasta que yo tuve uno, es decir un hijo. Amur, mi hijo, se pasa mas horas que yo en el jardín y, nada mas llegar del trabajo, viene hacia mi con un plantador en las manos y me dice: “papá, vamo plantá!”
Y entonces, basándome en vivencias propias, más bien de mi hijo, trataré de describir lo que puede significar un jardín para un niño. Sin duda para él el jardín representa un mundo de emociones y un magnifico lugar de aventuras. Ya de bebe observaba con curiosidad todo tipo de movimiento que ocurria en el jardín o escuchaba con atención el canto de los pio-pios (pájaros). Es indudable que en el jardín los niños afinan sus sentidos y se emocionan ante los estímulos de la naturaleza. Cuando ya empiezan a andar se convierten en parte activa de la vida del jardín. Los niños son verdaderos exploradores, lo quieren descubrir todo tocándolo, oliéndolo, comiéndolo si hace falta. Lo de ellos es puro instinto. Y después empieza otra fase: la de remover y excavar. Este año las zonas de grava de mi jardín están totalmente revueltas. Pero que le voy a hacer ... si esta todo contento con su carretilla, sus camiones, sus cubos, palas y rastreles. ¿Que tendrá la grava para que les guste tanto a los niños?
Y ahora empieza a querer plantar y regar, a trabajar, digamos, como un verdadero jardinero. Francamente, creo que no hay mejor manera de adquirir conocimientos y aprender a respetar la naturaleza desde la infancia. Además, a través de actividades como la siembra, el cultivo y los cuidados de las plantas, lo niños comprenden la importancia de las relaciones entre los factores del crecimiento (luz, calor, agua). Sin hablar de los beneficios del juego y del movimiento: saltar y correr fortalece los músculos, favorece la coordinación y la agilidad.
Ya se que hoy en día mucha gente vive en pisos y no dispone de un espacio exterior, pero me canso de ver espacios totalmente desaprovechados que con la correcta planificación podrían convertirse en lugares agradables y seguros donde nuestros hijos puedan jugar y crecer felices.
Hagamos de todo para que, para nuestros hijos, el juego al aire libre no sea solo una actividad de fin de semana.
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