A veces es posible captar bonitas imágenes de plantas en los sitios más inesperados. Es solo cuestión de ir despacio, observar y detenerse.
Esta pared desconchada no llama la atención por su belleza. Todo lo contrario.
Pero si la observamos mas de cerca, descubrimos una pequeña plantita que ha tenido la osadía de establecerse en una de sus grietas.
Las tonalidades y la textura de la pared no podrían constituir mejor fondo para los tonos rojizos de las hojas y de los tallos. La florecilla rosa, sencilla, completa el cuadro con inigualable discreción.
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