Para nosotros no era solo cuestión de crear un buen jardín, sino también de experimentar la mayor cantidad de especies posible, probar combinaciones de texturas y colores, tener una visión real de diferentes composiciones paisajísticas, aplicar técnicas de cultivo y mantenimiento sin riego y sin productos químicos. Meter una gran variedad de plantas en una superficie relativamente pequeña fue el mayor problema. Es sabido que una importante técnica de diseño para crear conjuntos armónicos y coherentes es la repetición; mientras que para evitar estridencias se recurre a la compartimentación. La forma y la orientación de la finca jugaron a nuestro favor porque se reunían, en un espacio relativamente pequeño, condiciones bastante diferentes: en el lado pegado al muro podían emplearse plantas de media sombra, mientras que en el lado mas cercano a la casa especies de pleno sol, casi de talante mediterráneo.
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