jueves, 30 de mayo de 2013

Adorable Capuchina

Pocas plantas son tan sencillas y elegantes al mismo tiempo como la Capuchina: hojas de peculiar forma redondeada, llamativas flores naranja de tonos cálidos y, lo que más me gusta de ella, la forma agraciada que adquiere al colgar.



En el jardín Menecha aparece puntualmente todos los años, siempre en el mismo sitio. Nunca se ha pasado de tamaño. Solo se sembró una vez hace años y ella, sin pedir nada, antes de desaparecer deja la semilla que le asegura la continuidad.
Varias veces he resistido a la tentación de sembrarla en otras partes del jardín quizás porque no le encuentro un lugar más perfecto de lo que ya ocupa, quizá porque es una de aquellas plantas que no pide repetición.
Muy recomendable para jardineros negligentes: cuantos menos cuidados, más bella.
Además es planta culinaria y medicinal.


miércoles, 29 de mayo de 2013

Las plantas del quinto macizo

Con la descripción de este conjunto termina la sección dedicada a las plantas de los macizos objeto de mi proyecto de Concurso. Aunque los macizo han sido tratados de forma independiente, cabe recordar que todos ellos son parte de un conjunto más amplio: el Jardín Menecha.
Dicho esto, el quinto macizo no es un verdadero macizo pero al haberlo incluido en mi propuesta original, se merece una descripción. Se trata en realidad de un área de transición entre dos zonas del jardín que bien se presta a la experimentación. Lo he resuelto con una mezcla de Aster, Stipa y Eneldo (Anethum graveolens)
Los Aster son plantas herbáceas perennes que en tardo verano-principio de otoño florecen con unas margaritas de color violeta. El Aster en mi opinión es una de las mejores plantas de floración tardía, ideal para aportar color al jardín durante la estación otoñal. Las he colocado en esta zona porque me interesa ver el contraste con el follaje dorado del granado que le hace de fondo.
El Eneldo es una planta herbácea anual. En verano produce un gran número de umbelas planas de brillantes flores amarillas. Sus hojas extremadamente finas parecen plumas. Además es una planta culinaria (es la base de las “finas hierbas” que se usan para aromatizar el pescado). Siendo plantas de muy fácil germinación, las he obtenido de semilla.
Las Stipas las he descrito en el post relativo al macizo de la stipas.
Como os decía este conjunto está pensado para la temporada de pleno verano hasta entrado el otoño y ahora mismo pasa un poco desapercibido.

lunes, 27 de mayo de 2013

Las plantas del cuarto macizo

Macizo de forma rectangular situado justo delante de la fachada de casa. Recibe muchas horas de sol y goza de la protección de la pared de piedra. Pocas plantas podrían resistir sin riego en un emplazamiento tan abrasador en los cálidos días de verano. Pero para algunas representa la situación ideal. Empezando por el A. arboreum, variedad atropurpureum que es el elemento clave de este macizo. Se trata de una planta muy peculiar cuyas densas rosetas de hojas suculentas que en el caso de esta variedad, además, son de un color purpura oscuro llaman poderosamente la atención. Esa planta la tenía desde hace varios años en una maceta y ha crecido tanto que se le estaba haciendo pequeña. Este sitio tan soleado me ha parecido el lugar perfecto para ella. La piedra de la fachada constituye un fondo excepcional sobre el cual el Aeonium destaca magníficamente. He buscado un fuerte contraste con un pequeño gupo de Coreopsis, una planta vivaz cuya floración es abundantísima. Las flores de un llamativo color amarillo tienen forma de margarita y se caracterizan por unos pétalos irregularmente acabados que aumentan aun mas su atractivo. Detrás de las coreopsis he sembrado girasoles (Helianthus annuus) que con sus enormes flores potenciarán el efecto. Para mitigar el conjunto he plantado dos pies de Salvia officinalis en la parte delantera de las dos esquinas del macizo. La S. officinalis es una de estas plantas que además de tener mucho atractivo también tiene uso culinario.

jueves, 23 de mayo de 2013

Las plantas del tercer macizo

Lo llamaré el macizo de las Stipas porque S.tenuissima es la planta preponderante. A excepción de dos arbustos estructurales (Chamaecyparis y Myrtus), el macizo se compone por especies herbáceas.

Stipa tenuissima
Hierba ornamental que se caracteriza por un follaje muy fino que en verano adquiere un color dorado muy atractivo. Me gusta verlas ondear con el viento en los días de nordeste.
Ruta graveolens
es una planta medicinal y culinaria con mucha historia, mencionada incluso en la biblia. Las abuelas siempre plantaban alguna delante de la puerta de casa. Su aroma es inconfundible. A mi me encantan sus hojas de color verde azulado. Las pequeñas flores de un color amarillo vivo tampoco pasan desapercibidas.
Crocosmia
planta bulbosas de hojas lanceoladas cuya floración de color naranja es espectacular. La planto en macetas enterradas porque es muy invasora.
Mischantus
 Hierba ornamental que puede alcanzar los dos metros de altura.  En verano produce unas panículas de espigas que se mantienen atractivas durante todo el otoño.
Liatris spicata
Las he puesto también en este macizo, pero blancas. Les falta poco para florecer.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Cuestión de protagonismo II


El protagonismo de una planta dura poco en el jardín. El Cytisus está podado y nadie ya mira para el … hasta marzo del año que viene. Pero con un poco de estrategia podemos hacer suceder un protagonismo a otro. Durante el mes de mayo en el jardín Menecha todos los ojos miran hacia la misma dirección, es decir hacia la Weigelia y su profusa floración de un color rojo vivo, estilo pintalabios. Menudo egocentrismo.

Durante el resto del año se queda callada, incluso llega a ser feúcha en los duros días de invierno. La trasformación, metamorfosis podríamos llamarla, ocurre en pocas semanas. Pasa de estar sin hojas a estar como la veis en las fotos. Uno, de un frutal se lo espera, pero con la Weigelia se lleva una gran sorpresa.


El acanto, según mi punto de vista, le hace de maravilloso acompañante conformando una escena romántica con mucho encanto.
No durará mucho más tiempo. Dos semanas y habrá que podarla.


martes, 21 de mayo de 2013

Las plantas del segundo macizo

A continuación os pongo una breve descripción de las plantas del macizo de las Lavandas.  El macizo está delimitado al fondo por un gran romero y un grupo de Iris germanica; una masa de Carex cierra el macizo a un lado. A excepción de estas, las demás son todas plantas herbáceas perennes.
En la panificación de este macizo juega un papel importante la luz de última hora. Poco antes de que el sol desaparezca detrás de las casas del pueblo, esta parte del jardín recibe una luz filtrada muy sugestiva. Por eso el principal objetivo de la plantación ha sido reforzar este efecto. Es verdad que son muchas especies en poco espacio, pero siempre hay que poner alguna cosa para la experimentación J


Lavandula angustifolia “munstead”
La lavanda es una de las plantas más populares en los jardines. Su fácil cultivo, su aromático follaje, su bonita floración y, no menos importante, el hecho de que  siempre se encuentra  en los mostradores de los centros de jardinería, hacen que todos hayan tenido alguna en su jardín. Yo he tenido varias, especies y variedades, y me ha servido para darme cuenta de que no todas lavandas son iguales. Al final me he quedado con la L. angustifolia “munstead” porque es la mas pequeña de todas. Para las otras, esplendidas también, no había suficiente espacio en este macizo. Su floración es mas temprana que la de las otras lavandas. No ha terminado mayo y ya están en flor. Para mi es toda una ventaja, porque me permite un mejor escalonamiento de las floraciones del macizo.
Tenia dos pies en este mismo macizo. Las he trasplantado y renovado (he practicado una poda fuerte de vaciado y rejuvenecimiento). A una de ella le está costando ponerse tupida pero es solo cuestión de tiempo. Y además he añadido una planta mas, tres es siempre mejor que dos. Cuando mas me gustan es en otoño, recortadas después de la floración.

Kniphofia
Eta planta de nombre raro es una liliácea que produce unas espigas muy peculiares de color amarillo o naranja. No me han dado nunca grandes resultados y además sus flores no son fáciles de combinar. Pero aun así, les he dado otra posibilidad y las he incluido en este macizo después de haber dividido un par de matas. Creo que, mas que otra cosa, me hace falta observarlas y estudiarlas. Además me gusta como quedan las matas de hojas. Tres de ellas han empezado a sacar flores..

Achillea
Son variedades de una planta silvestre muy común, la milenrama. Las hay en varios tamaños y en muchísimos colores. En el macizo he puesto unas bajitas, de floración temprana, de un color granate-teja muy interesante que combina muy bien con el pajizo del grupo de Carex, y unas altas en el fondo del macizo de color amarillo que florecerán en verano
Sus inflorescencias en cabezuelas planas me parecen extremadamente interesantes. Las hojas muy divididas también son muy atractivas.

Pennisetum
Es una graminácea que produce unas espigas plumosas de pleno verano hasta el otoño. El efecto con el sol bajo y los últimos rayos de sol es increíble. Este año he obtenido unas cuantas con el método de la división. Las he colocado en fila enmarcando un lado del macizo.

Eryngium planum
Planta herbácea perenne parecida a un cardo. El color azul de los Eryngium me parece uno de los más bonitos del mundo vegetal. Está plantado casi por debajo de un Carex y, aunque de momento pase desapercibido, el vigor de sus hojas me hace confiar en una espectacular floración.

Campanula
Planta herbácea perenne muy utilizada en los jardines de campo. Las he introducido para añadir complejidad a un macizo ya de por si complejo. He puesto tres matas de campanula blanca alternadas con los pennisetum. Estoy deseando ver sus flores entre las espigas de la gramínea… en la luz de última hora.

jueves, 16 de mayo de 2013

Las plantas del macizo

Puede ser útil saber algo mas sobre ellas. Aquí os pongo una breve descripción de las especies empleadas en el “macizo de las Liatris”. Tratándose de un espacio expuesto a oeste y con tierra muy suelta, las especies que se describen a continuación son todas aptas para emplazamientos soleados y suelos bien drenados.


Salvia greggii
Es una Salvia de flor roja que difiere bastante en el aspecto de la Salvia mas común, la Salvia officinalis. En cambio, igual que la S. officinalis, es muy aromática. Alcanza una altura de alrededor de 1 m.
Siendo originaria de una zona semidesértica de Texas es muy resistente a la sequia. Su periodo de floración es muy largo (la del macizo ya ha empezado a florecer) y desmiente un poco su nombre ingles de Autumn sage que significa Salvia de otoño.
Cuando la ví en el vivero no dudé un momento en comprarla. Es la primera vez que la planto. Le veo muchísimas posibilidades.  

Phlomis fruticosa
Es un pequeño arbusto de hoja perenne que curiosamente se parece mucho a la Salvia officinalis por el aspecto de las hojas verde grisáceo tomentosas (peludas) tanto que en ingles se le conoce como Jerusalem sage (salvia de jerusalem). Las flores, muy peculiares, son de color amarillo. Mas que por su floracion la he empleado por su follaje y sus flores marchitas. Puede parecer raro pero las  flores marchitas de algunas plantas son muy decorativas.

Geranium sanguineum
Palnta herbacea que pertenece a una Familia muy amplia y que se caracteriza por una floración larguísima. No supera los 30 cm de altura y se emplea como planta cobertora. He plantado varias en la parte delantera del macizo. Me ha sorprendido lo bien que se ha dado a pleno sol. Hata ahora la había considerado mas una planta de media sombra. En jardinería nunca se deja de aprender.  La vi hace unos años durante un viaje en Alemania en los ajardinamientos de las calles.

Felicia amelloides
Si queréis margaritas azules en vuestro jardín esta es vuestra planta. Las flores aparecen de forma continuada desde finales de invierno hasta finales de otoño (prácticamente todo el año). Se trata de un pequeño arbusto originario de Sudafrica que puede soportar temperaturas mínimas de hasta – 5 C°. Es una planta de plenos sol muy apta para suelos arenosos y bien drenados. Como sugiere el nombre aporta mucha alegría al macizo.

Liatris spicata
Es la planta estrella de este macizo. Sin flor y singularmente no tiene nada especial, pero si se planta en masa sus inflorescencias azul-lila espigadas pueden crear impacto. Es una herbácea perenne con órgano subterráneo de reserva parecido a un bulbo (cormo). Lo hemos visto en la entrada dedicada a “Plantación de Liatris”. Este tipo de planta desaparece en invierno y vuelve a aparecer en primavera. Tolera la sequia.
Las he plantado a finales de marzo-principio de abril. Ahora mismo las plantas miden unos 10-15 cm y hasta ahora han ido bien, a pesar de las amenazas de un roedor por el cual sus cormos representan un suculento bocado. Preveo que estén en flor de aquí a 5 de Junio, pero no os lo puedo asegurar porque es su primer año.
 


martes, 14 de mayo de 2013

Semana Santa 2012 en Riotorto

Por fin alguna pequeña satisfacción. Era hora, después de varios años. Ya habían pasado cuatro primaveras (así debería expresarse la edad de un jardín). Pero aquel dia los volúmenes empezaron a definirse, por lo menos en algún sector del jardín. Las copas de los árboles cogían tridimensionalidad y la composición paisajística tomaba forma. Incluso los manzanos, que no he vuelto a mencionar, empezaban a formar copa. Lo habían aguantado todo: viento, corsos, sequía.





En la evolución de los jardines esta es una etapa clave. Durante esta fase un espacio ajardinado pasa de ser una caótica agrupación de plantas dispuestas sin ningún criterio aparente y sin ninguna relación entre ellas, a ser un conjunto donde cada elemento adquiere su propia función. Se establecen los niveles de vegetación y las jerarquías entre plantas.
Este momento es grandioso para mí, porque por fin empiezo a tener referencias concretas. Líneas y volúmenes que antes eran puramente imaginarias se hacen reales. Lo que antes estaba solo en mi imaginación ahora empieza a materializarse, lo que antes era un paisaje “plano” ahora tiene movimiento y profundidad. Las formas y los volúmenes de las plantas hacen que la mirada no vaya tan de prisa, sino que se detenga en los puntos de interés, que salte de un lugar a otro. Es solo un esbozo de la composición paisajística definitiva, pero es suficiente para hacernos una idea de la distribución espacial y para darnos cuenta de posibles errores.

lunes, 13 de mayo de 2013

Digitalis

Hace más o menos un mes, hablando de limpieza selectiva en el jardín, publiqué las imágenes de una umbelífera que se había instalado espontáneamente en el Jardín Menecha. La umbelífera sigue allí con su porte escultórico, pero durante estos días hay otra “mala hierba” que embellece el jardín: la Digitalis purpurea o dedalera. Considerada en otros lugares una magnifica planta ornamental, por aquí se le considera una mala hierba. Se extiende con cierta facilidad y tiene la enorme capacidad de aparecer en los sitios mas acertados del jardín. ¿O es que queda bien en todos los sitios?




Seguidores

Dedico esta entrada a todos los que hasta el momento han elegido hacerse seguidores del blog. No sabéis la ilusión que siento cada vez que se apunta un nuevo seguidor (¡bienvenida Vera!). El blog no valdría nada sin nadie que lo sigue, lo lee y aprende de el. Escribir este blog es mi manera de compartir lo que hago con todos vosotros y de hecho, a pesar de haberlo concebido como un blog de jardines, al final, inevitablemente, se ha convertido en el reflejo de mi inmenso interés por la naturaleza, del cual, los jardines, son solo una parte.
Creo que os habréis dado cuenta de que estoy escribiendo en un idioma que no es el mío. Soy italiano del Centro del Mediterráneo y desde hace 6 años vivo en España, mas concretamente en una aldea de la costa gallega, a 100 metros del Océano. Crear el Jardín Menecha fue el motivo principal de mi permanencia aquí. Después vino todo lo demás.
Volviendo al blog. Quiero que sepáis que la naturaleza del blog es participativa, por lo cual no dudéis en intervenir, hacer preguntas o dar sugerencias. Hace unos días Mary me preguntó por la poda de la xesta y por eso he puesto una entrada específica.
Un saludo a todos.
Hasta pronto,
Salva

viernes, 10 de mayo de 2013

Poda de Cytisus “porlock”

Ha llegado el momento. Como veis la floración está casi totalmente agotada. Tras la floración, no suelo esperar mucho para podar. Aunque quede alguna florecilla en la planta, si tengo tiempo, la podo cuanto antes.

Lo primero que hago es un recorte rápido con tijera de mango largo, así pongo a desnudo las ramificaciones. Después, con la tijera pequeña realizo una poda mas cuidadosa quitando todas las ramas que “sobran”. Procuro dejar lo menos posible, vaciando la planta y eliminando los tallos muy ramificados (estos tienden a secar con el tiempo), pero conservando siempre (esto es muy importante) extremos jóvenes con hojas. Si cortáis mas abajo corréis el riesgo de que esta rama no rebrote. Y ya veis el resultado: la planta está pelada con las ramas bien distribuidas y espaciadas. En cuestión de 20 dias volverá a estar tupida.





Aquilegia vulgaris (Aguileña)

Durante esta época es posible observar unas flores muy elegantes: las de la Aquilegia. La tenéis que buscar en zonas sombreadas incluso en márgenes de carreteras. Por lo que yo sepa, no suele aparecer en grupos muy amplios así que hay que estar muy atento para divisarlas.




He leído que, además de aguileña, se le conoce bajo otros nombres muy evocativos, como por ejemplo flor de los celos, flor virginal, guante de dama, guantes de la Virgen, supongo por las propiedades que se le atribuían antiguamente. Hay que reconocer que el aspecto de esta flor emana cierta sensualidad.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Años 2010-2011

Son otros dos años de trabajo de poda y de plantación. Procuro ir a Riototrto todas las Navidades y en Febrero para las podas y por lo menos otras dos veces al año, una en primavera y otra en otoño. Siendo todos los árboles existentes de hoja caduca, dí prioridad a la plantación de planta estructural, es decir planta de hoja perenne.

Lonicera pileata, en la primera foto, debajo de un joven cerezo. Esta planta se revelará una de las mejores cobertoras en cuanto a capacidad de control de las malas hierbas, una cualidad fundamental en un jardín de este tipo, porque permite ahorrar un montón de trabajo. En pocos años solo con 5 plantas he conseguido mantener bajo control una superficie de varios m2

Seto de Lonicera nítida, en la segunda foto. Este seto es para mi uno de los elementos esenciales de este sector del jardín. Me ha permitido compartimentar esta zona, delimitar el camino (en la parte de arriba), realzar el pintoresco membrillero y ahora mismo hace de pantalla de fondo a un grupo de Acanthos. Lo que puede hacer un simple seto.
Con la aportación de los arbustos estructurales el jardín empieza a “vestirse”. Tenemos la costumbre de visitar los jardines en primavera o verano, cuando, en realidad, el mejor momento para valorar la proporción entre planta perenne y planta caduca, factor esencial de la armonía de un jardín, es el invierno.


En el sector “japonés” las cosas iban un poquito mejor. Aludo al control de las malas hierbas, porque en lo que se refiere a resultados estéticos todavía hay poco que contar.

En las siguientes fotos plantas recién plantadas en sectores todavía desnudos del jardín.


Como podéis ver hemos utilizado cartones, otra de nuestras armas contra las malas hierbas. Es verdad que no quedan bonitos, pero tienen cierta efectividad si se reponen cada cierto tiempo.

En jardines de este tipo plantar conlleva siempre un riesgo porque lo que se hace es “plantar y marchar”, dejando que las nuevas plantas se establezcan por si solas. Uno no se puede quedar para vigilar que todo vaya bien o para asegurarse que no falte agua a las plantas durante los primeros meses. Si las previsiones meteorológicas no aciertan o la distribución de las lluvias no es la normal, lo más probable es que la próxima vez que volvamos (3-4 meses después) nos encontraremos con plantas secas. Aquel año planté a finales de febrero contando con las lluvias de finales de invierno-principio de primavera. Como pocas veces ocurre en Galicia, no cayeron nada más que cuatro gotas, y como era de esperar, un par de plantas perecieron y otras estuvieron al punto. Este simple percance, que en un jardín normal no sería gran cosa, en nuestro caso provoca un retraso en la plantación de al menos un año porque para reponer la planta seca hay que esperar hasta después del verano.

Años 2008-2009: las primeras plantas

¿Vosotros veis algo en esta foto? Tengo que reconocerlo, cuesta divisar plantas, pero os puedo asegurar que ya habíamos plantado las primeras. Es esta una imagen de la futura zona de inspiración japonesa con un Acer palmatum, un Abies coreana, un Juniperus, y alguna cosa mas. La verdad es que no es como para dar saltos de alegría. Pero, a pesar de lo que piensan muchos, este es el aspecto que tiene un jardín en su fase embrional sobre todo cuando se trabaja en superficies muy amplias. Al principio la distancia entre plantas nos parece enorme y los vacíos exagerados. Estos vacíos son aun mas evidentes cuando empleamos plantas de crecimiento lento. Hay que aceptarlo. Un arce que a los 10 años medirá 3-4 metros, cuando lo compramos en el vivero mide 50 cm. El Abies coreana no media ni siquiera esto. Por no hablar de los volúmenes. Las plantas al principio no solo son pequeñas, sino bidimensionales.

De todos modos en esta foto la hierba estaba recién cortada y se ve todo limpito. Lo peor estaba todavía por venir. Mirad esta foto del verano del año siguiente.
Hay un Cotoneaster, un Cercis y un Viburnum rescatados de las garras de las malas hierbas.
Y en esta otra alguna planta un poco mejor protegida por la tira de malla antihierba.


Bueno, habían pasado dos años, y no hay más que enseñar. Quizás os resulte decepcionante, pero quiero insistir sobre un concepto: los jardines necesitan tiempo, algunos más, otros menos (véase Jardín Menecha).
Hoy en día estamos acostumbrados a resultados rápidos y nos falta paciencia. Pero los resultados rápidos son improbables en jardinería. Por eso la jardinería profesional (obviamente sin generalizar) tiende a producir los que yo llamo jardines-Belém o sea figuritas que no viven ninguna evolución con el tiempo, son siempre iguales y no maduran, jardines que parecen estampas fijas.
 
 


martes, 7 de mayo de 2013

Manos a la obra

Lo primero como siempre fue analizar el espacio, dividir sectores y trazar los caminos. El terreno tiene mucha pendiente que se incrementa en la zona cercana a la casa. Destinamos la parte más favorable a la plantación de manzanos y la zona mas empinada al jardín, que a su vez, dividimos en varios sectores. Os pongo unas fotos del principio, remontan al año 2008.







Solo existían algún árbol (un membrillero, una higuera y unos pocos manzanos) y algún seto de boj. Es una pena que la vegetación arbórea estuviera toda concentrada en la misma zona, un árbol pegado a otro. Pero en estos casos un árbol maduro es como una bendición y preferimos no cortar nada. Considero un deber del diseñador hacer todo lo posible para incluir las plantas existente en el esquema final del jardín. Al día de hoy no me arrepiento y la imagen que veis en el post anterior ha sido fruto de esta decisión. Así que ya el primer invierno cogí tijeras y serrucho y empecé un largo y paciente trabajo de poda para que estos árboles desgarbados adquirieran una forma equilibrada y pudieran integrarse los unos con los otros, además que con el resto del jardín. Al mismo tiempo empezamos el duro trabajo de limpieza que aun hoy no se ha acabado.

Jardín Riotorto: los orígenes

He abierto ese blog con la narración del comienzo del Jardín Menecha, de su planificación y construcción. Es un jardín de ambiente de costa que ha ofrecido muchas posibilidades de cultivo y donde el cultivo de muchas otras especies obviamente no ha sido posible.
Hay otro jardín del cual me gustaría hablaros, un jardín muy distinto, situado en un bonito valle de la Galicia oriental y al cual, cada vez, me siento mas cercano.
Fue en las Navidades de 2007 cuando Mon (mi cuñado) me comentó por primera vez que quería convertir una tierra abandonada, propiedad de la familia, en un huerto de manzanos autóctonos de sidra. “Además”-añadió- “me gustaría tener un jardín”.
Bien, no había problema de espacio, pero las dificultades eran varias: la tierra era dura y pesada de trabajar, las hierbas se desarrollaban a una velocidad pasmosa (es tierra de pasto) y quizás la mayor limitación: la distancia. Nadie estaba viviendo allí y éramos conscientes de que solo podíamos ir hasta allí pocas veces al año. Moncho, el padre de Mon, con gran detalle y con escaso optimismo, nos enumeró todos los problemas a los cuales nos íbamos a enfrentar.
No nos desanimamos porque teníamos ganas de hacer, ganas de plantar y de generar vida y belleza en una tierra desolada, donde las silvas (zarzas) estaban haciéndose con todo. Y entonces Mon y yo nos dijimos con entusiasmo que, aunque sobreviviera solo una parte de lo que plantáramos, sería todo un éxito.

domingo, 5 de mayo de 2013

Plantas extremas

Siempre me han fascinado las plantas que escogen para vivir los lugares mas extremos. Aquellas plantas que desafían la falta de nutrientes y la dureza de los agentes atmosféricos. En estos casos la naturaleza compone escenas donde el elemento orgánico (la planta) y el inorgánico (la roca) se funden, o mejor dicho, donde el elemento orgánico se impone a la cruda inorganicidad, dando lugar a un contraste que a mí, personalmente, me resulta emocionante.
A lo largo de los últimos años (prácticamente desde cuando dispongo de cámara digital) he coleccionado decenas de imágenes del sugestivo encuentro entre roca y planta y francamente me cuesta escoger entre ellas. Hay una imagen que, quizás, exprese de manera casi dramática la afirmación de la vida sobre la nada.


Son matas de Dittrichia que se agarran a las hendeduras del material volcánico de la Isla de Vulcano (de aquí el termino volcán), allí donde se acumula un puñado de ceniza. Otra de mis preferidas es la siguiente.


Se trata de una pequeña composición botánica entre lisas bolas de granito. Un brezo y una gramínea imponen el color a un fondo gris inexorable.
Y concluyendo (aunque prometo volver al tema) una que bien simboliza el desafío extremo. Una roseta aferrada, no se sabe como, a la exigua fisura de una roca viva y cortante.